Mis queridos, qué maravilloso es Cancún, no importa el número de veces que vaya, definitivamente siempre invariablemente me enamoro más y más. Déjenme contarles que a pesar de que este año quisimos algo tranquilo, de todos modos el viaje estuvo plagado de muchas cosas, empezando con que hubo sol únicamente en un par de ocasiones, pues algunos días estuvo nublado y de plano el jueves nos tuvimos que poner chamarra, porque el viento estaba muy fuerte y muy frío. Independientemente de eso, los chicos animadores G.O. nos hicieron el día, jueguitos por aquí, por allá... Yo debo confesarles que soy más bien de la idea de irme a echar junto a la playa y ponerme a leer y que ruede el mundo, sin embargo, Kix versión mini es la socialitos number one y pues terminamos conociendo a una familia de colombianos, una pareja de costarricenses, otra de venezolanos, otra de guatemaltecos (harto lunamielero), una familia mexicana, unas señoras inglesas y el resto del hotel que eran gringos. Debido a que aún era temporada baja, había poca ocupación y pues prácticamente conocimos a todos, o no no, let me rephrase that, todos conocían a mi escuincla. Terminamos jugando basket ball, golfito, futbol de playa (en donde debido a mi machorra personalidad me puse al tu por tu con los machines y traigo heridas de guerra en los pies, pero les metí 3 goles!)... En fin nos la pasamos increible.
El motivo principal por el que fuimos: el mar color turquesa, arena blanquísima y finísima, independientemente del clima, es hermoso. Incluso al estar picado, adquiere una fuerza y una majestuosidad que hipnotiza. El simple hecho de poder ver al fondo del mar, el arena que uno pisa ya estando dentro, lo que indica que el agua es transparente, y que muy pocas otros lugares tienen, es ya motivo suficiente para nosotras dos.
Y otro tema que quería comentarles, el asunto de los G.O. que son los chicos sonrientes que siempre animan a los huéspedes, que siempre traen una sonrisa en la cara no matter what, pues esa es como tal su chamba, hacer felices a los huéspedes. Llegúe a la conclusión de que debe ser bastante pesado su trabajo, independientemente de que viven en el paraíso, un ambiente de trabajo increíble, se meten a la alberca cada que quieren y como tal se la viven jugando. Estos chicos conocen gente nueva todos los días, hacen amigos y a final de cuentas los amigos pues no se quedan, todos tenemos fecha de regreso a la realidad. Me llamó mucho la atención que una de las chicas de ahí, llamada Paulina (que ella viene de Acapulco, qué tal, para que no digan que nada mas soy yo la que ya no quiere ir a Naca), el día antes de regresarnos mi hija y yo, de una manera teatral, le dice a mi hija "Lloro por tí!" cuando mi niña le informó que pues ya nos regresábamos al día siguiente. Medio en juego medio en broma, pero de plano llegué a la conclusión de que no pueden permitirse sentir mucho afecto por alguien, cosa que debe ser harto difícil pues su chamba es estar en contacto con todos nosotros. Yo misma sentí bien gacho cuando un día simplemente ya no aparecieron los colombianos, por lo que me imagino que se les terminaron las vacas.
En fin, mis queridos, y andamos de regreso por acá. Las fotos en bikini se las debo pues yo fui quien estuvo sacándole fotos a mi peque, pero aquí les comparto una con el majestuoso mar de Cancún al fondo.