Esto de llegar temprano...

Esto de llegar temprano en este país no me va a dejar nada bueno. Héme aquí, en el Celtics Bar en la Condesa, sola porque a pesar que me quedé de ver con mis compañeros de la Secu a las 8, nunca ninguno de ellos llega temprano. Eso ya lo sé, por lo que ahora me encuentro analizando si la culpa la tienen ellos, o la tengo yo. Me han indicado aquí que mientras no lleguen no me pueden dar mesa, así es que aquí estoy, en la barra, tomándome una cerveza clara de barril, escribiendo un blog y viendo la vida pasar.

Una de las últimas veces que nos reunimos mis amigos de la Secu y yo, fue para comer. La cita era a las 4 pm en el Papa Bills de la Col. Cuauhtémoc. Yo llegué "tarde" a las 4:30, y fui la primera. Así es, la primera!!! Llegó otra compañera a la media hora y el organizador, así es, el organizador llegó a las 5:30!! Todos los demás empezaron a llegar después de las 6. No, bueno...

Todavía estaba él indignado porque no nos respetaron la reservación, o sea hello.

Y sí nos reunimos unos 15 en aquella ocasión ciertamente, porque hasta eso, sí llegan... pero esto de esperar debe ser mi vocación porque ya lo sé, ya lo sé, aaarrgghh!!

Y eso que yo salgo de la chamba, cruzo la ciudad, voy por mi escuincla, la encargo y vuelvo a agarrar camino hacia la civilización.

Esta tarde el organizador -que es el mismo siempre-, todavía mencionó  que llamó aquí al Bar para reservar, pero le dijeron que viernes y sábados no hay reservaciones. A ver, ¿pa' qué reservar si no va a llegar?

Otro ejemplo, otro grupo de amigos, de la chamba. Quedan muy formales todos de ir a bailar al Mambo Café. Reservamos para 14 personas a las 10 Pm. Llegamos puntuales a la cita 6 personas, porque nos advirtió una compañera: "si no llegamos puntuales, se pierde la reservación". No estaban los demás, nos acercamos a la cadena, contando nuestra triste historia. "No estamos completos, pero sí reservamos".

No, pues con la pena, si no están completos, no entran. Damn it. Ahí nos tienen preguntando a otros grupitos de personas que igualmente no completaban, para ver si podíamos entrar juntos. Perfect, listo, somos 14. Oye Fulano ya somos los 14. Ah muy bien pasen a pagar a la caja.

Y no, no estuvo padre, pues adentro nos querían tratar como un solo  grupo en una mesa. Pero adentro los nuevos amigos desaparecieron como por arte de magia y los meseros nos cayeron en la movida. Y tal cual como si estuviéramos infectados eh, estábamos encabronados pues de todos modos íbamos a pagar o no??

En fin, en lo que escribo esto, ya me llamó el organizador de las reuniones de mis amigos de la Secu. Dice que ya va saliendo de su casa :-/

Menos mal.