Y bueno, toquemos el tema que ha levantado ámpula recientemente en varios de nosotros. Ya lo decía el buen
Dave, nuestra querida
Andy y comentarios de distintos compañeros, como mi adorada
Mafaldis y nuestra querida
Marichuy: el hecho de las elecciones de julio de este año.
Resulta que muchos de nosotros, de hecho me atrevo a decir que la gran mayoría, estamos hasta la madre de nuestros queridos gobernantes, diputados, senadores y en general los políticos. Entonces estamos en una encrucijada, se acercan las elecciones en unos meses, y yo no sé ustedes mis queridos, pero cualquier partido de los grandes PRI, PAN, PRD, no me representan en lo más mínimo. De los chiquitos son lamentablemente mucho de oportunismo que realmente ganas de cambiar las cosas. ¿Qué hacer?
Voces como la de Dave indican que probablemente lo mejor sería simplemente abstenerse y al mismo tiempo hacer eventos que hagan a los políticos escuchar que la razón no es la indiferencia, sino que realmente estamos hasta la madre. Yo comentaba que hacer esto nos colocaría en el mismo lugar de personas que simplemente no les interesa la situación y prefieren quedarse cómodamente sentados a ver la telenovela de moda.
Otras voces como la de Andy indica que lo mejor que podemos hacer es ir a la urna, que cuente el registro como votado, pero en la papeleta anular el voto. Me inclino yo más por esta opción porque no sería indiferencia como tal, sino que les daría claramente el mensaje que no nos representan y no queremos votar por ninguno. Sin embargo como bien comentan Marichuy y Dave, esta opción permite que los plurinominales que son más parásitos que políticos, continúen en el poder.
El ir y cruzar el logo de cualquier partido me produciría náuseas. Dice nuestra querida Mafis que podría verse como el no compromiso de nuestra parte, sin embargo, ¿qué hacer? ¿votar por cualquiera de esos pránganas que solamente se acuerdan de nosotros en época electoral? ¿Seguir alimentando el sistema para que tengamos un congreso ridículamente enorme, que se dan unos sueldazos, unas lanísimas en viáticos, regalitos, seguridad privada y demás linduras?
No, eso es precisamente lo que yo no quiero, ser cómplice de ese saqueo y de esa humillación a la que nos enfrentan cada que hay elecciones.
¿Usted qué va a hacer, amable lector?