Choque

Ejército Nacional esq. LaMartine. Se pone mi siga. Avanzo. Madrazo. Nube sale del cofre de mi pobre Silverio. Otra chica se pasó su alto y me ha puesto semejante madrazo. Silverio no enciende, damn. Claxonazos por todos lados. Me bajo y la chica me dice que la disculpe, que le hablará a su seguro. Yo haré lo mismo, le contesto. Al menos tiene buena voluntad, pienso.

Llegan los seguros, lleno mi hojita de siniestro. Yo no tuve la culpa, ella se pasó el alto. Ella llena su hojita a su aseguradora. Su versión: ella no tuvo la culpa. ¿Dónde quedó la buena voluntad, el valor civil? Se fue a la coladera junto con el anticongelante de mi Silverio.

Yo no voy a pagar ni madre, le digo a mi ajustador. Intenta convencerme. Ella dice que no hay pex, que cada quien se lleve su golpe. Claro que opina eso, si ella tuvo la culpa! Yo no. Tendremos que irnos al juzgado cívico. Pues iremos a donde tengamos que llegar, pero yo agoto todas las instancias.

Llega la patrulla, me recoge mi licencia y tarjeta del auto, me dicen que en el juzgado cívico hay demonios y espantan. Que no dormiré en toda la noche. Que me sacarán mucho dinero. Que incluso puede ser que el juez dictamine que yo tengo la culpa. Me vale madre, yo no voy a pagar.

Pasan varias horas. Llega la grúa y sube a mi Silverio. Me pongo triste.

Llegan nuevos policías, me dicen que en el 100% de los casos de los llamados semaforazos cada quien se queda con su golpe, que la chava se quiere ir. Pues que cambie su versión, les digo, que diga que ella tuvo la culpa. No, que no se puede, que eso es falsear declaración y ya quedó sustentada su primera versión. Damn it.

Pasan más horas y finalmente cedí: cada quien se queda con su golpe y pagaré mi deducible. Me siento super triste, como haberme traicionado.