El niño berrinchudo

¿Recuerdan la canción que decía a las de acá: "Ay mamá, me duele mi diente, porque la leche está caliente, yo así no la quiero tomar, que se la lleven a enfriar..." "Ay mamá, mira a María, siempre trae la leche bien fría, yo así no la quiero tomar, que la lleve a calentar..." y así sucesivamente...?

Pues bueno, algo parecido está sucediendo en los preparativos del magno debate de la siguiente semana. Sucede que -como ustedes recordarán- Amlo tuvo a bien decir que no quiere ir al primer debate, sino solo al segundo. En ese entonces las encuestas lo favorecían con una gran distancia entre su más cercano competidor. A partir de las chachalaqueses bajó varios puntos porcentuales, pero pues él ya había dicho que no iba a ir que porque nada más lo iban a acribillar los otros (pobrecito). La cosa es que ahora tampoco quieren que se ponga un atril vacío, lo cual evidenciaría su ausencia, que porque de ahí se van a agarrar los demás candidatos para decirle "zacatón".

Me pregunto yo, ¿qué acaso no quieren que la gente se de cuenta que no va a ir? Fíjense cómo todo quiere el niño: no asistir al debate, pero tampoco quiere que se le evidencie sobre su ausencia, ah! y una tercera: no quieren ahora cumplir con un acuerdo al que llegaron la semana pasada, a los que algunos exageraditos por ahí han llamado la "Ley Mordaza", un acuerdo en el que 2 horas antes del debate y hasta las 6 de la mañana del día siguiente los candidatos no expongan sus puntos de vista ni concedan entrevistas, esto para que el electorado saque sus propias conclusiones. El PRD estuvo de acuerdo y luego cuando Pejemanuel dijo que no, llamó Jesús Ortega para decir que dice mi mamá que siempre no.

Y bueno, obviamente, todo esto lo están utilizando para hacer su deporte favorito: hacerse los mártires. Yo no me trago esa píldora de que son unos santos y que no saben cómo se mueven los hilos de la política.