Hace cinco años

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Estaba yo en mi oficina,en mi anterior chamba, y llegó mi jefe, y nos dijo "¿ya vieron que Saddam le declaró la guerra a USA?"... ¿Qué? Todo era confusión en ese momento, nadie tenía claro qué es lo que estaba pasando. Un avión se había estrellado en una de las torres del WTC en Nueva York.

Intentamos entrar a CNN, a la BBC por Internet, pero todo estaba saturado. Le hablé por teléfono a mi ex, le pregunté que si sabía lo que estaba pasando, encendió la tele, mientras hablábamos por teléfono me gritó en el teléfono "Se acaba de estrellar otro avión contra la otra torre!" Era dramático el asunto. Nadie sabíamos nada, no sabíamos aún de los demás aviones que se estrellaron en el Pentágono y el que no alcanzó a llegar a la Casa Blanca.

Las imágenes en la TV de las personas en la zona cero eran desgarradoras, se sentía el pánico en el ambiente. Se venían personas aventándose de la torre al vacío. Imaginen el grado de desesperación de las personas que preferían aventarse... De cualquier manera no iban a sobrevivir.

Tres mil muertos.

Cada que se hacen remembranzas a mí se me llenan los ojos de lágrimas, y no conocía a ninguna de las personas que murieron ahí. Pero las lágrimas surgen porque eso que se cometió fue un acto contra la misma humanidad. El terrorismo lleva en su mismo nombre la explicación a tan reprobables actos.

Y si acaso llegaron a ver el documental de Michael Moore, recordarán que el pendejo de Bush se quedó con su cara de idiota mientras le decían que estaba destruyéndose su centro mundial de comercio. Y no contento con eso, y con más ánimos de cacería de brujas que de una genuina pista, llevó a cabo su televisada guerra, matando también a miles de civiles, entre los que se cuentan niños, ancianos, mujeres, enfermos.

Y Osama Bin Laden cagándose de la risa de él.

Y yo recordando el momento y llorando con una gran impotencia.